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El agua puede dañar las lentillas de forma tan drástica como una uña rota o un poco de suciedad. Por eso, aquí te explicamos la delicada relación que mantienen las lentes de contacto con el agua, en este caso bajo la ducha.

Si eres adolescente o padre de un adolescente, las lentes de contacto pueden cambiar tu confianza, tu visión y tu vida. Podrían ser la respuesta perfecta a tus necesidades de corrección visual, o no ser lo que necesitas.

Cuando una lente de contacto se encuentra en su estuche recién preparado con solución o en un blíster estéril, está inmersa en una fórmula diseñada para mantener el material en condiciones óptimas. Al ser colocada en el ojo, el sistema lagrimal y el movimiento de los párpados contribuyen eficazmente a preservar la suavidad de la lente y a proteger la salud ocular.

Es el caso de los usuarios cuya prescripción de lentes de contacto permite una semana o incluso un mes de uso continuo. También hay lentes que se llevan durante la noche para corregir la forma de la córnea. Para este grupo, el uso nocturno es normal.