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Si eres amante de los deportes de invierno, seguramente estarás familiarizado con la tendencia de las gafas a empañarse, creando una molesta capa de vaho. Aunque los sprays y toallitas antivaho pueden ayudar, las gafas siguen siendo una solución incómoda, con tendencia a romperse, deslizarse o limitar tu visión periférica.

Nos encantaría ofrecerle una respuesta definitiva, pero en este caso... no existe una única solución. En realidad, la mejor opción depende de usted. Cada tipo de lente de contacto tiene sus ventajas. Por eso, le invitamos a leer esta breve guía introductoria. Con esta información, usted y su óptico podrán tomar una decisión informada, considerando los pros y contras de las lentes de contacto desechables diarias frente a las de reemplazo mensual.

Para entender por qué, he aquí una breve lección de historia.

Desde entonces, la ciencia y la tecnología han avanzado años luz. Con una oferta de numerosos materiales, tipos e incluso colores, se ha abierto un mundo de opciones para los usuarios de lentes de contacto (y los ópticos). Una de estas opciones es elegir las lentes de contacto de reemplazo mensual en lugar de otras.

Luego llegaron las gafas revolucionarias, marcando un avance significativo en la corrección visual. Sin embargo, en sus inicios eran dispositivos rudimentarios, con lentes gruesas y pesadas que distorsionaban la visión. Con el tiempo, la evolución de las gafas permitió una corrección más precisa, acompañada de avances tecnológicos que introdujeron lentes y monturas más ligeras, funcionales y estéticamente atractivas.